Las rutas de la explotación sexual hacia España

Las rutas de la explotación sexual hacia España

Las mujeres prostituidas a las que Marcela logra convencer para que escapen de las mafias acaban pasando por las oficinas de su ONG. La asociación tiene en el centro de Madrid un taller en el que aprenden costura ejecutando arreglos para boutiques del barrio. Un martes de marzo, una asistente social acompaña a las alumnas, la mayoría testigos en protección, mientras diseñan delantales. Una de ellas tiene 14 años; otra, 16, como muestra de que las redes están tratando con víctimas muy jóvenes (“es lo que está de moda”, cuenta Marcela; “en mi época éramos las brasileñas, pero ahora el mercado de carne pide esto”). Mientras las máquinas de coser traquetean, se puede visitar la sala de cursos, vacía.